¿Te puedes creer que hay una isla en un lago en Baviera con una copia casi exacta de Versalles entre sus bosques? Hablo de Herreninsel, una isla en el lago Chiemsee, y el palacio lo ordenó el rey Luis II de Baviera. Se dice que el hombre pasó la friolera de 11 días viviendo en el palacio. Una excursión al lago Chiemsee desde Munich o Salzburgo te descubrirá este rincón tan insólito.
Munich y Salzburgo son las ciudades más cercanas al lago Chiemsee (de hecho el lago se encuentra a medio camino entre las dos), así que la visita al lago y sus islas puede hacerse perfectamente como una excursión de un día desde cualquiera de estas dos ciudades.
Cómo llegar de Prien am Chiemsee al lago
Lo más común en una excursión a este lago que se conoce como el «mar bávaro» es ir en tren hasta un pueblo llamado Prien am Chiemsee. Para llegar al lago como tal deberás coger un trenecillo de esos que parecen de juguete. Dicho tren se toma justo al lado de la estación de tren de Prien am Chiemsee, sigue las hordas de turistas y darás con él.
Los billetes del trenecillo y los pasajes de barco hacia las islas se compran en el mismo sitio, en la estación del trenecillo. En su página web oficial encontrarás todas las opciones y precios, yo escogí el Inseltour West por 9.90€ para visitar ambas islas (Herreninsel y Fraueninsel).

Visitar las islas del lago Chiemsee
El trenecillo, bautizado «Chiemsee Bahn», te deja en el puerto de Prien en unos diez minutos, y ahí ya serás parte de las multitudes que pululan como pollos sin cabeza en busca de su barco. Suele estar todo señalizado pero no te despistes demasiado para no acabar en un ferry que no sea el que quieras coger y evitar perder un tiempo precioso para visitar el lago.
Las vistas desde el barco son maravillosas, si hay suerte con el tiempo se divisan orillas lejanas y los Alpes bávaros al fondo, una preciosidad. La única pega la cantidad de turistas que hay, pero en lugares como éstos hay que vivir con ello, luego en las islas podrás meterte por caminos menos frecuentados.
En unos minutos llegarás a Herreninsel, una paradisíaca isla con la copia de Versalles escondida entre los bosques.

Visitar Herreninsel y su copia de Versalles
El highlight absoluto de Herreninsel (isla de los hombres) es el castillo Herrenchiemsee, una copia de Versalles, mandado construir por Ludwig II (conocido también como «el Rey Loco»), el mismo que mandó edificar Neuschwanstein y Linderhof.
En principio la intención era crear una copia exacta al palacio del Rey Sol en París, pero los problemas financieros evitaron que pudiese finalizarse la obra. Cuando los fondos se agotaron solo un ala se había construido (aparte de la parte central). Ante los problemas, se destruyó ese ala y el palacio quedó como hoy en día, solo con la parte central y parte de los jardines.
Hay tours guiados del palacio Herrenchiemsee en español, los tickets deberás comprarlos justo al lado del muelle donde te deja el barco. De ahí al palacio hay unos veinte minutos andando. A pesar de que haya carruajes con caballos que te llevan al castillo, recomiendo hacer el trayecto andando, es un paseo agradable rodeado de bosques, prados y vistas a los Alpes.

Highlights del tour
Construido a finales del siglo XIX, Herrenchiemsee es bastante más reciente que Versalles, pero muchas habitaciones son reproducciones exactas del palacio francés en la época del Rey Sol. Durante la visita guiada te mostrarán las estancias más relevantes del palacio. Muchas de ellas siguen exactamente como las dejó Luis II, con todos los muebles originales intactos. Y es que, tras años de obras, el monarca pasó solamente once días «viviendo» en este palacio.
Primero se pasa por el dormitorio, decorado con elementos de color azul, por lo visto a Ludwig II le hubiera gustado ser recordado como «El Rey Luna». También nos enseñaron la galería de los espejos, una pena que no pudiesemos pasear a nuestras anchas por ella, dado que a menudo se celebran conciertos ahí y estaba todo preparado para la ocasión.
Por último nos llevaron al comedor, donde había una mesa con un avanzado mecanismo que permitía que la mesa desapareciese en el suelo y que saliese de nuevo repleta de comida. Casi como en Hogwarts, con la diferencia de que la mesa necesitaba más de media hora para bajar a la cocina y volver a subir con comida. Menuda desesperación estar ahí esperando a que suba la mesa con impaciencia.
Tras la visita al palacio recomiendo explorar la isla durante un rato. Pasea por los jardines, admira sus fuentes y recorre los caminos que se adentran en la naturaleza. Otro lugar para visitar en Herreninsel es el restaurante en lo que fue una abadía o algún tipo de construcción religiosa.

Visitar Fraueninsel
Una vez explorado Herreninsel y superada la tentación de comprarte la isla entera y mudarte allí con los árboles y los salones rococó falsos, vuelve al embarcadero para zarpar hacia la Fraueninsel (la isla de las mujeres).
Esta segunda isla es más pequeña y está llena de casitas y muelles pequeños para los barcos privados. Se recorre en seguida dando un tranquilo paseo, yo lo hice en el sentido contrario al de las agujas del reloj saliendo del puerto. Esta diminuta y pintoresca isla cuenta con un convento activo actualmente (¡fundado en el siglo VIII!), además de unos 300 residentes permanentes.

Aquí termina la visita a las dos islas de Chiemsee, aunque si tienes varios días en la zona debe merecer la pena rodear todo el lago disfrutanto de sus paisajes y pueblecillos.
Como último consejo, diré que no subestimes el tiempo necesario para volver desde Fraueninsel hasta el punto de partida de la excursión, la estación de tren de Prien am Chiemsee. Además de coger el barco, recuerda que deberás tomar el «trenecillo de juguete» o Chiemsee Bahn para ir del puerto a la estación. Calcula siempre tiempo suficiente para no perder tu tren, especialmente si quieres coger uno de los últimos trenes del día a Munich o Salzburgo.
Mapa para visitar Chiemsee y sus islas
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